14 mayo, 2007

Cuidado, animales sueltos.

Hace exactamente un año volvíamos de Jujuy con Fidel.
01:15 a.m. Era noche cerrada, íbamos por la ruta 9 en el trayecto Guemes - Salta de la autopista Aunor a 150 km/h y escuchando Cielo Razzo que -previsiblemente- interpretaba “Luna”.
Fue todo muy rápido, pero lo recuerdo cuadro por cuadro. Cuando en estéreo sonó “…pero está la Luuuuna, luna, luna…", alcancé a ver algo que se cruzaba por la ruta y llegué a decir en voz alta “guarda", pero Fidel ya lo había pisado, era duro y el auto empezó a andar en zig zag. Volanteó para un lado, para el otro, pero el auto estaba totalmente descontrolado.
Seguramente Cielo Razzo estaría diciendo “…tan hostil así es la vida…", pero yo no escuchaba nada a pesar de que ninguno de los dos gritámos. Él trataba de controlar la máquina muy concienzudamente y yo, inmóvil, hacía fuerza mentalmente: cuando el auto iba para la izquierda, yo hacia fuerza para la derecha y que no viniera ninguno de frente (muerte segura); cuando se acercaba peligrosamente a la banquina, yo hacia fuerza para la izquierda.
Recuerdo el ruido espantoso de las gomas y que se levantó mucho humo, el golpe mortal podría venir en cualquier momento y por adelante, por atrás o por todos lados, porque el auto más de una vez amenazó con volcar. A pesar de que es imposible que haya pasado más de un segundo, tengo la conciencia clara de que imaginé si dolería mucho. En ese momento, la muerte pasó a segundo plano, y el miedo fue el dolor físico.
Dicen que cuando uno está cerca de la muerte se le pasa toda su vida como una película por la cabeza. A mí me ocurrió al revés: jamás viví un presente tan separado de un pasado y de un futuro. Era capaz de dividir un segundo en mil partes, y cada parte en otras mil.
Hay gente que dice que los ángeles no existen… mas allá de las creencias religiosas de cada uno, esa noche tuve la certeza de la existencia de mi ángel. De todas formas, es cierto que tuvimos muchísima suerte de que no haya habido ningún otro auto en esa ruta.
El auto se detuvo en la banquina de la derecha. El humo se fue disipando. “Poné las balizas", dije yo, sorprendentemente tranquilo. “…arrebatar el sueño, esa es la osadía…” seguía el estéreo, como si nada. Salimos del auto, con las piernas temblando. Yo me fui hasta un árbol. Fidel prendió un cigarrillo.
Estábamos vivos.

13 Comments:

Anonymous Anónimo dice...

por un momento te visualice agarradito del asiento cuan paseo en montaña rusa...jaja...
che fuera de joda, que orto tuvieron

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Al final fue un final feliz o no? jeje chistecito para aflojar la tension, che.
Me quedo una duda con el titulo "Cuidado, animales sueltos", a quien te referias?
jeje otro chistecito.

(cargosooo)

Perdón, estoy medicado.

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

q buen blog.. ya te pongo en mis links
A mi me paso algo parecido fue un perro, en una ruta y con mi tia. Pero de algo estoy segura ..."nuestro" perro (porq viste q despues de atropellarlo como q ya te despierta cierta pertenencia jaja) me dejo muy triste nunca mas podre ver un perro a los ojos aparte pobre animal
de ultima...de chiquita vi una pelicula q me dice q esta en el cielo

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

En cuanto a los perros ruteros, se dice que en la ruta, se tiene que pisar el acelerador y tratar de que no sufran, je...
Gonza.

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Hace un par de años ya, viví algo peor en el medio de una ruta completamente a oscuras en Icho Cruz, volviendo de bailar de Carlos Paz. Eran alrededor de las 4:30 am y nosotros éramos 5 arriba de un citroen. De repente, de la nada, un ruido seco y una lluvia de vidrios invadieron el auto. Cuando frenamos nadie sabía que había pasado, y entonces miré para atrás y vi un caballo tirado en el medio de la ruta. El caballo se levantó y se fue, pero a un amigo mío que venía dormido con la cara apoyada en la ventana, tuvieron que hacerle cirugía. El citroen, destruído totalmente, no sirvió más.

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Yo medio que atropellé 2 perros el primer día que manejé; por suerte no les pasó nada.
Qué bueno leer escribir cosas no tan periodísticas y más personales.
Y que bueno reflexionar de vez en cuando sobre la vida y la muerte
Un beso.

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Con una amiga nos pasó algo parecido y todo el viaje de regreso fue silencioso. Se nos tapó la garganta (no sé con qué) porque casi nos matamos.
La radio seguía sonando y ninguna habló más hasta el otro dia.
=(

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Q historia mas terrorífica... pero...fue un perro?


(Música de misterio)

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

A que te fuiste al arbol?
o.O

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Que bueno es mantener la calma o relativa calma en esos momentos criticos, eso se llama temple. Más allá de la pericia del conductor creo - me parece - que fue fundamental el comportamiento de ambos para que no hayan sufrido un accidente.
Saludos.

lunes, 14 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

post data: ¡¡aguante cielo razzo!!
Y no te subas mas con ese chico, ¡150 km por hora!
Besos.

martes, 15 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Encima la desgracia de morirse no es que se muera uno...Es que se mueren todos.

martes, 15 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

muyy buena la historia .. no porqe sea super interesante .. te voy a ser sinsera .. realmente escribis hermoso .. y haces de una anegdota un historia muy interesante..! =) .. me gusto mucho leer tu flog .. suerteee ..!

martes, 24 julio, 2007  

Publicar un comentario

<< Home

Estadisticas y contadores web gratis
Oposiciones Masters